Fue una tarde de cualquier día, hace años, muchos años. No sé si levitaba o simplemente
soñaba despierto, pero así ocurrió lo que vi y viví.
Viendo mis vídeos musicales me encontraba, cuando de repente empezaron a salir como
pelotas de tenis llenas de luz, eran de todos los colores, era y fue una cosa fantástica. Me
elevó y me llenó de paz, el ver como salían de la televisión y me rodeaban.
Tan claramente solo me ha ocurrido una vez y desde entonces, estoy en contacto con ellos
y con ellas. Aunque no sabría decir cuál es cuál, pero eso da igual, ya que si una cosa he
aprendido de tal experiencia, es que da igual el sexo de la persona, ya que todos somos
almas y, por lo tanto, bolas de energía.
Como decía un dicho de una gran persona, del cual no me acuerdo el nombre. Yo no sé
qué edad tengo, solo sé que he vivido cincuenta y uno, más los nueve meses en el vientre
de mi madre. Escuchando las vibraciones me he formado y oyendo a aquellos que “como
pelotas de tenis” se me acercan, he aprendido muchas cosas. Como que la paz está con
uno mismo y no puede echarse la culpa de todo a los demás de nuestros males, lo digo,
porque creo que fue el mensaje de paz que recibí aquel tal día de no sé ahora que año.