Activistas de “Hastag” y octavilla

Ciertas personas activistas y veteranos, pero de postal, tienden a usar la palabrería que se usa en el ámbito del activismo en Salud Mental para intentar apagar la luz de otros activistas, o incluso de entidades que luchan por diversas causas donde las personas que la conforman, creen que se ha de luchar.

Para que así ellos se sientan como unas personas con unos valores e ideales intachables, pero usándolas de manera errónea y para hacer el mayor daño posible a lo que desean atacar.

¿Por qué? ¿Han tenido un mal mentor? Posiblemente…

Pero más que una mala influencia, en su proceso de aprendizaje han interpretado de una forma equivocada esos vocablos que tanto valor tienen, y que más que un arma arrojadiza, son palabras que sirven para concienciar a una sociedad aletargada e influenciada por una sensacionalista y mala prensa además de todas las chorradas que salen en redes sociales.

Y claro, como no, de la misma sociedad aletargada y absorbida por “Twiter, Facebook.” aparecieron esos mismos activistas que han ideado su manera de contraatacar con sus escritos mordaces y de una inteligencia que brilla por su ausencia, añadiéndoles sus #cuquihastags a todo lo que publican en redes, como si fuera una aportación de un alto valor inteligente para sus seguidores…

Por suerte son un reducido grupo, y cada vez menos, porque las nuevas generaciones que venimos detrás, pisando fuerte, y con una visión más tolerante y abierta.

Además de que la única coincidencia con esta “chupipandi” es que somos primera persona. Por el resto:

No vemos de la misma manera al resto de entidades que conforman la red del asociacionismo de la Salud Mental en la península.

Quizá ver desde la barrera sus errores y sus ataques varios nos ha servido para saber que no deseamos ser de ese “selecto y exclusivo grupo” a los que ellos pertenecen. De los de “desvirtúo para brillar yo más”

Y que no piensa verdaderamente las consecuencias de usar expresiones y palabras que se usan para concienciar y nunca como método en pos de un beneficio propio, sobretodo si así hay más posibilidades de ganar billetes…

Y dejando de lado totalmente sus ideales como personas psiquiatrizadas rozando lo éticamente incorrecto y llegando a ser ofensivo. No hay que pensar demasiado si realmente se quiere intentar cambiar las cosas, en beneficio de un mejor servicio y trato hacia nuestro colectivo, es que hay que ir todas las entidades unidas, incluidas las de familiares, incluyendo en esa lista las diferentes prestadoras de servicios, los grandes hospitales psiquiátricos, ayudándonos y colaborando entre todos en el beneficio de todos y de todo el colectivo, porque si vamos solos, sólo llegaremos a ser un “un grupo de locos” más que solo hace ruido.

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