El camino

Siento el pesar del camino,
Y el vago ritmo de mis piernas,
Huérfanos se van quedando mis pasos,
Que hasta de pie se van cansando y cansando.

Recia se aparta la hierba,
Dejando atrás el destino.
No hay pesares en el oeste que cambien mi dulce destino,
Ni razones suficientes que me nublen mis sentidos.

Oigo el susurro de las blancas golondrinas,
Que regresan también a sus nidos,
El viento acaricia mi cara,
Me empuja de vuelta otra vez hacia mi casa.

Creo que siempre hay un camino,
Donde poder perderse.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: TREBOLMENTE.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad