Entre los árboles
Perdido me encuentro totalmente solo en medio de este frío bosque sintiendo soplar el viento bailando y silbando a través de los enormes brazos y troncos de incontables grandes y frondosos árboles.
Es mi propio miedo quién intenta hacerme creer que no dispongo del tiempo necesario para conseguir salir del bosque a una hora prudente y que mejor sería empezar a contarlo y cuanto antes mejor.
De repente oigo la respiración del aire seco de la noche suspirando al compás del eco de mis pasos.
De sobras sé que hay algo o alguien que aprovechándose del todo de tanto silencio se esconde a propósito, posiblemente acechando entre la oscuridad, y esperando su oportuno momento para atacarte por sorpresa. Quizás anhelante de poder ver correr antes que a mí a mi alma despavorida cada vez que me diera la espalda.
¿Quién podría ni siquiera pensar en la risa insensata e improvisada o en alguna broma fácil del momento, en un sitio donde ni a mi propia muerte se le ocurriría venir a buscarme por miedo a perderse y no encontrarme jamás?