Vacío

Mariona escuchaba a su familia en la mesa.
Estaban haciendo una paella en el jardín con la barbacoa.
Les oía hablar y se sentía en el vacío más absoluto.
No era nadie.
No había estudiado nada.
Todos los trabajos los perdía.
No tenía éxito.
No era alguien con quien hablar.
Siempre la tildaban de seria, cuando en el fondo era capaz de pasarse el día sonriendo como una tonta.
Pero ahí estaba.
Devorando todo lo que había sobre la mesa.
Por qué tenía que tener la atención en algo.
Hacer algo con esa ansiedad.
No sabía que estaba devorando.
O si ella a la comida o la comida a ella.
De pequeña se burlaban de ella por su cuerpo.
Quería creer que eso no le afectaba, pero no lo entendía.
Había en clase otras niñas con sobrepeso y a ellas no les decían nada.
¿Por qué era siempre ella el blanco de las burlas? ¿Por qué otras personas eran aceptadas y ella no?
Eso la hacía refugiarse aún más, resignarse a lo establecido y ahogar las penas en un bocata de jamón o en huevos con bacón para merendar
Había crecido con esa dinámica.
¿Cómo se deshacía de eso?
¿Cómo podía ser normal?
¿Encontraría algún día algo que llenase su estómago y su alma para no sentir tanto vacío?
Demasiadas preguntas, sigo buscando respuestas y mientras me devora el tiempo.

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