Sube, sube, pero sube…


La escalera de la vida tiene escalones que son duros de subir y otros más ligeros. Hay placeres y sin sentidos que no se deben asumir. Por eso cuando subas sube despacio atento y ves lanzando algún suspiro, pues creerte que todo lo puedes solo te hará ser más indeciso. Porque el que cree que todo lo puede llevar a cabo se equivoca. Si subes con esa firmeza equivocada los escalones de la escalera que lleva a la felicidad soñada no alcanzarás, caerás a media escalada. No es decir que dejes sueños ni logros por el camino, sino que aceptar lo que logra tu espíritu es crecer sin perderle a la vida su sentido. 
Poeta Intemporal Miguel Ángel Pérez Salcedo ©.

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