En la roca muerta dejando lo que yo también seré callados versos dejaré.
En el vivo árbol y su madera siempre dispuesta a tener raíz que viva, pues la gloria así florezca, versos tallados alzaré.
Del mismo cielo y de su aire amado yo estos versos dejo en vuelo con las alas abiertas, y a ese magnífico suspiro estos versos le dedicó.
Y siempre ahí se los dejaré… no es tinta es pasión en rotos pies.
Para toda la tierra, para los seres que la habitamos yo quiero dedicaros estos versos de amor y agrios de tempestad, de lo que estamos, estamos más de la mitad, va el ser equivocado al gozar sin mirar al otro que suda por lograr sangre de un desgarrar.
De la mar y sus aguas de mareas rabiosas y en calma solamente versos y un poema, que nada más que aclara que todos bailamos entre oscura pena y también aguarda el corto alivio de dicha hallado en el camino, que se va entre luna y alguna estrella de luz magistral.
Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo
Poeta Intemporal ©.