Y los atardeceres por venir
desearnos amor en éstas almas,
no hay nada más ahora qué decir:
¡Qué cielo, como tú libre me calmas!
Seré siempre un tan bello definir:
En las líneas de tus y mis palmas.
Tendremos infinito ese dulzor
en las noches un bello y hermoso amor.
Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo Poeta Intemporal ©.