¿Qué es la vida?
Tarde o temprano todos nos hemos hecho esa pregunta.
Desde los antiguos filósofos griegos hasta la actualidad.
Un suspiro, una palabra, un instante.
Un conjunto de momentos.
Momentos dulces, amargos, largos, cortos, ruidosos, silenciosos.
Nos roban los sentidos y la percepción con tonalidades, tacto y olor.
Para Mariona, su parte más alegre era el olor a hierba, a tierra mojada o hasta el de un pastel recién horneado.
El tacto del viento contra su piel o el sonido de sus canciones preferidas.
Pero la vida es mucho más.
No solo hay lo que nos gusta.
También lo que ni nos viene ni nos va.
Ni fu ni fa.
O lo que no nos gusta, como cosas que jamás toleraríamos.
También ante lo que nos resignamos porque no nos queda otra.
Ante esto, Mariona se veía indefensa.
Adoraba lo que le gustaba, pero lo que no le convenía (o eso creía) lo apartaba de buenas a primeras.
La vida no es buena o mala.
Es como los colores.
Todos tienen diferentes tonos.
Pues con las cosas que suceden en la vida ocurre igual: según como las miremos, las cosas se tornan distintas.
A Mariona le apasionaba el arte.
Su pintor favorito era Vermeer y su trato de la luz en diferentes paisajes y retratos.
Le encantaba observar las nubes de sus cuadros.
Observándolas se daba cuenta de que estaban pintadas con tonos grises, azulados y amarillos.
Pero, ¿No se supone que una nube es blanca?
Parecía mentira que hubiese más detrás de una simple nube pintada en un cielo que tampoco era del todo azul.
De hecho, la vida lo admite todo, desde lo más cálido a lo más frío o lo más neutro, como las escalas de grises entre el negro y el blanco.
No todo se nos revela tal como es ni nada es tan obvio a simple vista.
A veces, Mariona tenía la sensación de sentirse perdida y confundida en esta realidad tan diversa.
Por no tener un manual para interpretar ese universo de color.
Pero vivir no es observar un cuadro.
Es pintarlo con cada acción.
No es esperar a que lo pinten otros.
Es pintar usando colores que nos gusten para cada situación, para así, a base de esfuerzo, dedicación y pasión, hacer de la vida una obra maestra que nos haga felices.